viernes, 17 de diciembre de 2010

La segunda estrella a la derecha y todo recto hasta el amanecer.


Conozco un lugar donde las casas se empiezan por el tejado y donde los perros son amigos de los gatos, donde equivocarse ya no se lleva y hacerlo todo bien está a la orden del día. Donde estoy siempre sola, conmigo misma y mis ideas. Donde no existe el negro ni el blanco, donde las nubes son azules, y no blancas. Donde el whisky se vende barato y 7 vidas son pocas vidas para un gato. Conozco un lugar donde los centímetros son más largos que los kilómetros, donde soñar y hacer realidad no cuesta dinero. Donde contar hasta diez supone más de una hora. Donde tarde o temprano es el mismo tiempo y donde, como en todos lados, hacer el amor es el mejor de los pecados.

Sólo tres segundos.


Dame solo tres segundos para volver a nacer.
Y volver a descubrirlo todo.
Aprender de los errores y olvidarlo al poco tiempo.
Dame solo tres segundos para empezar a sentir.

Llorar y reír, gritar y gemir.
Dame solo tres segundos y entonces volveré a sonreír al no añorar nada.
Y siempre será lo mismo.

Una burbuja cerrada, un pequeño mundo feliz.
Donde no existen los recuerdos.