viernes, 17 de diciembre de 2010

Sólo tres segundos.


Dame solo tres segundos para volver a nacer.
Y volver a descubrirlo todo.
Aprender de los errores y olvidarlo al poco tiempo.
Dame solo tres segundos para empezar a sentir.

Llorar y reír, gritar y gemir.
Dame solo tres segundos y entonces volveré a sonreír al no añorar nada.
Y siempre será lo mismo.

Una burbuja cerrada, un pequeño mundo feliz.
Donde no existen los recuerdos.

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